La mañana del sábado fue muy intensa, llena de emociones, de planes, de viajes, de fragancias de peonias y rosas, entre sabores intensos de té. Todas teníamos ganas de trabajar, con estilo tradicional, sobrio y ordenado pero sobre todo elegante, es decir kakubana.
Los materiales - peonias, iris, rosas...- y su colorido ya nos anticipan la fuerza del verano, y el estilo kakubana nos permitió la armonía y el equilibrio entre Hombre- Naturaleza; así los triángulos conseguidos( a veces con ayuda) representaban bien el CIELO, el HOMBRE y la TIERRA, que conlleva la idea del pequeño cosmos del que formamos parte.
Un recuerdo para Marian(recuerdo su entusiasmo para la preparación del viaje a Japón) y que el ikebana como contemplación de la belleza sea el punto de unión entre todas las personas que nos hemos ido encontrando en el camino de las flores en EZC. ¡Buen verano!
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