Ayer investigaba en "Volver a empezar " de nuevo sin expectativas y me vino a la memoria este pasaje tan esclarecedor de la Biblia que tanto me gusta y que lo he escuchado tantas veces, tiene un gran misterio y es completamente actual para nuestra epoca.
"Yendo Jesus de camino entró en un pueblo y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
Tenía ella una hermana llamada Maria, que, se sento rapidamente a los pies del Señor, y
escuchaba su palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres, Acercandose,
pues, dijó:
<< Señor, ¿ no te importa que mi hermana me deje sóla en el trabajo? Dile pues que me
ayude >>.
Le respondio el Señor:
<< Marta, Marta te preocupas y te agitas por muchas cosas y hay necesidad de pocas o mejor de
una sola. Maria ha elegido la parte buena, que no le será quitada>>."
¿ Que gran comprensión?
Marta estaba entretenida en muchas cosas como la mayoría de las personas y no veía lo Esencial.
Maria se dió cuenta enseguida y estaba en contemplación de lo único necesario de conocer.
El final es importante " Lo que ha elegido Maria no le será arrebatado. Todonos será quitado hasta nuestro cuerpo pero ser más consciente, la Plenitud de Conciencia transcende incluso a la persona.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hoy es lunes, jornada de reflexión, después de nuestra clase de Ikebana con Eiko y Yoko.
ResponderEliminarMe encanta asistir a mis clases de Ikebana, siempre aprendo cosas nuevas, descubro flores nuevas y tengo el gusto de poder estar con mis compañeras, mis profesoras y Rita, otra vez.
La clase transcurre rápida, casi no te das cuenta, porque estás tan concentrada haciendo tus nuevos Ikebanas que el tiempo pasa volando.
Después me fuí a la ópera y allí (que me encanta también) de vez en cuando cerraba los ojos mientras escuchaba la música y pensaba en las flores.
Espacio Zen es un centro maravilloso que te hace parecer que estás en Japón.
Nada más entrar te encuentras con un maravilloso Ikebana, Rita te recibe con una enorme sonrisa y un cariñoso beso, luego Eiko y Yoko te saludan con dulzura, pasas a quitarte los zapatos y ponerte tus zapatillas para entrar en la sala de Ikebana, ay! necesito ir al baño (te encuentras en el baño un perfume japonés y como no, unas flores) y luego una vez entras en la sala de Ikebana, antes de empezar nuestra clase, Rita nos sorprende siempre con un Haiku o una poesía de algún
escritor Japonés o simplemente un pasaje de la Biblia.
Un momento de reflexión... y a disfrutar de la clase.
Todo invita a la calma y a desear que llegue pronto la siguiente clase.