El Sábado día 8 de Marzo, se impartió el curso de Ikebana.
Durante la mañana las alumnas hicieron la forma de Kakubana.
Kakubana fue creado por Mishosai Ippo (1761-1824).
El triángulo formado por el arreglo floral forma TEN-CHI-JIN (cielo-tierra-hombre), la idea fundamental de KAKUBANA, mediante la cual se expresa una armonía entre la naturaleza y el ser humano.
Esta forma crea un gran silencio en la mente.
Por la tarde hicieron otras formas, las libres , la meditación fue un pasaje del libro "La elegancia del erizo" por Muriel Barbery que os recomendamos leer pues tiene inspiración del espíritu japones.
Leer este texto en Silencio, como una imagen visual:
"Me pregunto si no me estare convirtiendo en una esteta contemplativa.Con una fuerte
tendencia Zen.
Me explico. Es un "movimiento del mundo"un poco especial porque no es un movimiento del
cuerpo. Pero esta mañana mientras desayunaba, he visto un movimiento. El movimiento
debería decir. La perfección hecha movimiento. Ayer la señora Grémont, la asistenta le trajo un
ramo de rosas a mamá.
Estaba pues desayunando y miraba el ramo de rosas colocado sobre la encimera de la cocina.
Creo que no pensaba en nada. de hecho, quizá por eso haya visto el movimiento; quizá, si
hubiera estado absorta en otra cosa, si la cocina no hubiera estado en silencio, si yo no me
hubiera encontrado allí a solas, no habría estado lo bastante atenta.
Pero estaba sola, tranquila y vacía. Por eso he podido acoger en mí el movimiento.
Ha sonado un ruidito, bueno, más bien como si el aire se estremeciera e hiciera "shhhhhh" muy,
muy, muy bajito: era un capullo de rosa con un trocito de tallo quebrado, que caía sobre la
encimera. En el momento de tocar la superficie, ha emitido un "puf", un "puf" en plan
ultrasonido, de los que sólo oyen los ratones o los hombres si están muy, muy en silencio. Yo he
quedado con la cuchara suspendida en el aire, totalmente embelesada. Era algo magnifíco. Pero¿
qué era lo magnifico? Yo no daba crédito: no era más que un capullo de rosa en el extremo de un
tallo quebrado que acababa de caer sobre la encimera. ¿Entonces?
Lo he comprendido al acercarme y al mirar el capullo de rosa inmóvil, que había concluido su
caída. Es algo que tiene que ver con el tiempo, no con el espacio. Oh, claro, siempre es bonito un
capullo de rosa que acaba de caer, con un movimiento grácil. Es tan artístico: ¡dan ganas de
pintarlo una y otra vez! Pero no es eso lo que explica El movimiento. El movimiento, este
fenomeno que uno cree que es algo espacial.......
Pero, al mirar caer este capullo y este tallo, he intuido en una milésima de segundo la esencia de
la Belleza. Sí, yo, una mocosa de 12 años y medio, he tenído esta oportunidad increíble porque,
esta mañana, se daban todas las condiciones: espíritu vacío, casa silenciosa, rosas bonitas, caída
de un capullo. Y he comprendido una cosa, lo bello es lo que se coge en el momento que ocurre.
Es la configuración efímera de las cosas en el momento en que uno ve al mismo tiempo la
belleza y la muerte.
Ay, ay, ay, me he dicho, ¿quiere esto decir que así es como uno tiene que vivir su vida?
¿Siempre en equilibrio entre la belleza y la muerte, el movimiento y la desaparición?
QUIZA ESTAR VIVO SEA ESTO: PERSEGUIR INSTANTES QUE MUEREN.
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