Una vez un hombre cogió una flor y, sin decir palabra alguna, la sostuvo frente a un círculo de hombres sentados a su alrededor. Cada uno de ellos miró la flor y, por turnos, fueron explicando después su sentido, su significado y todo lo que simboliza. Sin embargo, el último hombre, mirando la flor no dijo nada; solamente sonrió. Entonces el hombre del centro también sonrió y, sin una palabra, le entregó la flor. Se dice que ahí están los orígenes del Zen.
sábado, 27 de enero de 2007
La semilla del Zen
Una vez un hombre cogió una flor y, sin decir palabra alguna, la sostuvo frente a un círculo de hombres sentados a su alrededor. Cada uno de ellos miró la flor y, por turnos, fueron explicando después su sentido, su significado y todo lo que simboliza. Sin embargo, el último hombre, mirando la flor no dijo nada; solamente sonrió. Entonces el hombre del centro también sonrió y, sin una palabra, le entregó la flor. Se dice que ahí están los orígenes del Zen.
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La historia de la flor que el Buda entrea a Mahakashyapa: es el momento en que el Buda le entrega la transmisión del Zen al discipulo que comprende lo que el Buda estaba transmitiendo.
ResponderEliminarLa gente estaba esperando que el Buda hablará, el llega y sin decir nada muestra la Flor.
Todos empiezan a pensar, analizar que le pasa al Buda:
Por que hace esto? Que nos quiere decir?, la gente comienza a impacientarse.
Sólo uno Mahakashyapa, quizás, no el más erudito, mira al Buda, se hace uno con el, entra en la Mismidad de la Flor y se ríe. No hay palabras.
La Verdad no se expresa con palabras. Mahakashyapa va más alla del pensar, Todo su Ser se queda en silencio, contemplando la situación qeu ha provocado el Buda.
Mahakashyapa comprendió:
Que no hay nada que buscar ni que decir, ni que preguntar.
En ese instante se miran los dos, son uno con la Flor. No hay separación. El Buda le entrega la Flor:
"Tomala, es la llava. La llave del ZEN, entonces el discipulo sintió:
Silencio por dentro y risa por fuera".